ONGs piden al Departamento de Estado de Estados Unidos que Presione a Bahrein para que Permita el Acceso a Atención Médica a Hassan Mushaima

El lunes 10 de Septiembre de 2018, Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB) y 13 organizaciones religiosas y de derechos humanos enviaron una carta al Secretario de Estado de EEUU Mike Pompeo pidiendo la atención del Departamento de Estado en el abuso a Hassan Mushaima, un prisionero político de Bahrein de 70 años. Mushaima es uno de los activistas políticos y religiosos más importante de Bahrein que esta cumpliendo una cadena perpetua en Bahrein en la infame Prisión de Jau. Continúa leyendo el texto en español o haga click aquí para acceder al PDF de la carta en inglés.

10 de Septiembre de 2018

Hon. Mike Pompeo
Departamento de Estado de EEUU
2201 C Street NW
Washington, DC 20520

Estimado Secretario Pompeo,

Nosotras, las organizaciones de derechos humanos y religiosas firmantes, le escribimos para llamar su atención al abuso que esta viviendo el prisionero político Hassan Mushaima, de 70 años, a manos del Gobierno de Bahrein. Mushaima es uno de los activistas políticos y pensadores religiosos más importante de Bahrein y se encuentra cumpliendo una cadena perpetua en la infame Prisión de Jau en Bahrein. A medida que ha avanzado su paso por la cárcel, su condición se ha deteriorado exponencialmente por no tener acceso a la atención médica adecuada. Desde que su hijo ha comenzado una huelga de hambre en frente de la Embajada de Bahrein en Reino Unido, las autoridades bahreiníes han continuado ignorando y descuidando sus necesidades médicas. Como la salud de Mushaima continue deteriorandose, es imperativo que Estados Unidos pida al Gobierno de Bahrein que permita a Mushaima una completa y no restringido acceso a la atención médica, así como un tratamiento adecuado mientras se encuentre en prisión de acuerdo con los estándares internacionales.

Con anterioridad a su arresto, Hassan Mushaima fue Secretario General del Movimiento Al-Haq por la Libertad y Democracia. Es el cofundador y el ex Vice Presidente de la Sociedad Islámica Nacional Al-Wefaq – el grupo político opositor más grande de Bahrein- que el Gobierno disolvió en 2016. Fue arrestado tras las protestas pacíficas prodemocráticas de 2011 de Bahrein con el cargo de «intento de derrocar la monarquía» y sentenciado a cadena perpetua. Con esta sentencia, se ha unido a docenas de importantes defensores de derechos humanos, activistas políticos y clérigos religioso quienes han sido sujeto de maltrato y abuso en la Prisión de Jau, y a todos aquellos que pertenecen a la comunidad mayoritaria Chiita del Reino.

En Jau, a Mushaima se le ha denegado el acceso necesario a atención médica para una gran cantidad de enfermedades crónicas. Tiene antecedentes de cáncer, ya que le diagnosticaron y le trataron un linfoma folicular en etapa cuatro en 2010. A pesar de su remisión, las posibilidades de que regrese exigen las pruebas de detección periódicas necesarias. En su tiempo en Jau, las autoridades Bahreiníes se han negado a proveerle de estas críticas pruebas, poniendo la vida de Mushaima en peligro – su última prueba fue realizada en Septiembre de 2016,  y no ha recibido pruebas o actualizaciones de su cáncer desde entonces. El tambien sufre de alta presión arterial, gota y diabetes. A pesar de su clara necesidad de un tratamiento médico consistente, a Mushaima se le ha prohibido ver a ningún médico desde Marzo de 2017. Ni ha tenido sus medicaciones regularmente administradas durante su periodo en la cárcel, dado que para obtenerlos era un requisito que llevara los grilletes. El 29 de Julio de 2018, informó de que su medicación para la diabetes se le había agotado, dejándolo recurrir a inyecciones de insulina autoadministradas para tratar de regular sus niveles de azúcar en sangre

El abuso que Mushaima ha sufrido por los oficiales de la Prisión de Jau, desafortunadamente, se extiende más allá de la privación de atención médica en casos críticos. Además de la denegación de acceso, en Octubre de 2017, las autoridades penitenciarias sometieron a Mushaima a un registro e inspección innecesarios, a pesar de no tener antecedentes de violencia. Este registro al desnudo también coincidió con la confiscación arbitraria de sus objetos personales, incluidos textos religiosos, notas y tarjetas de crédito telefónicas. Mushaima y otros prisioneros de alto perfil se han enfrentado a una intensa discriminación religiosa por las autoridades bahreiníes, las cuáles han incluido raparles el pelo y la barba a los clérigos chiitas e irrumpir sus rezos. Las autoridades de la Prisión de Jau se han asegurado de atacar cada aspecto de la identidad de Mushaima mientras cumple su condena, desde enfermedades crónicas hasta su fe.

Además de las graves preocupaciones por la salud de Hassan Mushaima en Jau, estamos preocupadas tambien por el caso de su hijo,  Ali Mushaima, quién empezó una huelga de hambre en frente de la Embajada de Bahrein en Londres el 1 de Agosto de 2018 para protestar por el abuso al que esta sometido su padre y la denegación de atención médica. Ali dice que la huelga de hambre continuara hasta que las autoridades bahreiníes procdean a su padre con una completa y no restringida atencion médica sin llevar los grilletes, visitas familiares y que se le devuelvan sus textos religiosos. Sin embargo, las demandas de Ali han sido respondidas con acoso por el Gobierno de Bahrein. El 12 de Agosto mientras Mushaima dormía fue rociado con un líquido espumoso desconocido arrojado desde el balcón de la embajada de Bahrein en Londres, lo que le causó miedo a haber sido asaltado con acido. Cuando la policía británica llegó e intentó ponerse en contacto con los funcionarios de la embajada, ningún representante de Bahrein respondió. Ni el responsable ni el líquido han sido aún identificado, pero Ali teme que haya sido un intento de los oficiales bahreiníes a que acabe con su huelga de hambre o para silenciarlo. Después de haber sido hospitalizado brevemente al mes de su huelga, Ali continua protestando por los derechos de su padre a la salud, un trato humano, visitas familiare y acceso a libros y a objetos personales.

A medida que la salud de padre e hijo se vuelve más grave, pedimos al Departamento de Estado de los Estados Unidos que pida públicamente al gobierno de Bahrein que proporcione acceso inmediato y sin restricciones a la atención médica y a todos los medicamentos necesarios para Hassan Mushaima de acuerdo con las normas de Bahrein. obligación de brindar un trato justo a los presos, así como el pleno respeto de su libertad religiosa mediante la devolución de todos los artículos personales y textos religiosos. Por último, Estados Unidos debería pedir el fin del encarcelamiento arbitrario de presos de conciencia y el fin del encarcelamiento excesivo de los chiítas de Bahrein, en consonancia con su compromiso asumido con la libertad religiosa y los derechos humanos.

Atentamente,

AdvanceUSA
Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB)
Center for Pluralism
Church of Scientology National Affairs Office
Citizen Power Initiatives for China
International Christian Concern
Mission Africa International
Red Eagle Enterprises
Religious Freedom Coalition
South Asia Minorities Alliance Foundation
The Junior Sacerdotal of Caodai Council
The Russian Orthodox Autonomous Church of America
The Voice of Karachi
The Way to Happiness Association of Florida

Individuales

Ms. Farahnaz Ispahani
Miembro Global,
Woodrow Wilson International Center for Scholars and Senior Fellow, Religious Freedom Institute