La represión del Gobierno de Kuwait contra los Bidoon

Kuwait es el lugar de residencia de uno de los mayores grupos apátridas del mundo: los Bidoon. La traducción literal de la palabra árabe Bidoon es «sin», y se utiliza para referirse a este grupo que se encuentra sin estado o sin nación. Más de 100.000 Bidoon viven en Kuwait. El Gobierno kuwaití evitó expresamente otorgar la ciudadanía al pueblo de los Bidoon tras la creación de la Constitución de Kuwait en 1962, a pesar de que la mayoría de los Bidoon llevaban en ese territorio durante cientos de años. A pesar de que el gobierno de Kuwait haya prometido resolver el problema de la apatrídia en el país, ha habido poca mejora en la situación. De hecho, desde 1980, el gobierno de Kuwait ha perseguido a los Bidoon mediante arrestos masivos, detenciones y  rastreó a su familia hace cientos de años y otros intentos extralegales para restringir los esfuerzos públicos y de la sociedad civil que abogan por los derechos de los Bidoon. Además, son consideraros residentes ilegales y se enfrentan a severas restricciones de sus derechos humanos básicos, incluido el acceso a la educación, al sistema sanitario y al empleo. 

El gobierno de Kuwait ha reprimido recientemente a los defensores de derechos humanos que han estado defendiendo a los Bidoon. Las autoridades de Kuwait han arrestado arbitrariamente a más de una docena de protestantes incluido el defensor de derechos humanos Abdulhakim al-Fadhli, durante la supresión de una demostración pacífica donde se demandaban mejores condiciones para los Bidoon. 

Front Line Defenders informó que Abdulhakim al-Fadhlli había sido objetivizado por el Gobierno kuwaití y arrestado cinco veces por su activismo en nombre de los apátridas Bidoon. Él es el activista de derechos humanos más reconocido que  defiende a la comunidad Bidoon en Kuwait. 

De acuerdo  con Amnistía Internacional, la serie de arrestos tuvieron lugar entre el 11 y el 14 de julio seguido de las demostraciones realizadas por un grupo de Bidoon en Kuwait City. Los protestantes estaban allí por la muerte de Ayed Hamad Moudath, un chico de 20 años que se suicidó dada su frustración por no haber conseguido los papeles de identificación que le permitiría estudiar, trabajar y obtener acceso a los servicios públicos.  

Abdulhakim al-Fadhli es uno de los quince activistas Bidoon que continúan en prisión como resultado de su participación en las protestas, y tanto el como otros activistas llevaron a cabo una huelga de hambre en prisión a pesar de los intentos de las autoridades de alimentarles. Los otros activistas encarcelados son: Ahmed al-Onan, Anwad al-Onan, Abdullah al-Fadhi, Mutaib al-Onan, Mohammed Khudair al-Anzi, Yousif al-Osmi, Nawaf al-Bader, Hamid Jamil, Yousif al-Bashing, Jarallah al-Fadhli, Ahmed Shaya al-Anzi, Hamoud al-Rabah, Khalifa al-Anzi, y Reda al-Fadhi.

Además, los activistas continúan en custodia de la Agencia Estatal de Seguridad durante bastante tiempo antes de ser transferidos a una prisión pública, incluso después de que los interrogatorios acabaran. Es ampliamente sabido que las autoridades retienen a los activistas detenidos lejos de las prisiones oficiales hasta que las señales de tortura y mal trato desaparecen, dado que las prisiones oficiales solo aceptan nuevos prisioneros tras una examinación médica. 

Human Rights Watch informó de que los cargos contra los activistas incluían la propagación de noticias falsas, dañar a países aliados, unirse a grupos que piden la destrucción del sistema básico estatal, el ataque al interés nacional y la celebración de reuniones públicas y por el uso de teléfonos con objetivos abusivos. 

Para que ocurra un diálogo civil, es absolutamente necesario que Abdulhakim al-Fadhli y los otros 14 activistas sean liberados de la prisión. Este tratamiento injusto de activistas que defienden los derechos de la minoría apátrida es solo un ejemplo de las varias violaciones de derechos humanos que el gobierno de Kuwait comete cada día.