Declaración para exigir la libertad de Loujain al-Hathloul con motivo de su segunda audiencia

El diputado francés Jean-Baptiste Moreau (LREM), presidente del grupo parlamentario de amistad Francia-Arabia Saudí, vuelve a unir sus fuerzas con Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain (ADHRB), Women’s March Global, International Service for Human Rights, MENA Rights Group, para reiterar la exigencia de la liberación definitiva de Loujain al-Hathloul y su derecho a regresar a Francia, con motivo de su segunda audiencia el 10 de marzo de 2021.

La activista saudí por los derechos de las mujeres, Loujain al-Hathloul, vio suspendida su condena el pasado 10 de febrero, tras 1001 días en prisión. Sin embargo, la lucha aún no ha terminado. Su condena sólo se ha suspendido temporalmente. Se le ha prohibido salir de Arabia Saudí durante cinco años, no se le permite hablar públicamente sobre su estancia en prisión y no puede celebrar públicamente su liberación. A los padres de Loujain Hathloul también se les ha prohibido salir del país, a pesar de que no han sido acusados de ningún delito. Loujain compareció ante el tribunal el 2 de marzo por primera vez desde su liberación, para apelar las restricciones impuestas a ella y a su familia.

Antes de su detención, Loujain era una defensora pacífica de los derechos de las mujeres y formaba parte de un movimiento que pedía el fin del sistema de tutela masculina y el derecho de las mujeres a conducir. En 2018, se reunió con el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y compartió información valiosa de sus observaciones sobre la situación de los derechos de las mujeres en el país. Ese mismo año fue detenida con un grupo de activistas por los derechos de las mujeres y fue condenada por delitos relacionados con el terrorismo. En la cárcel, sufrió abusos físicos y sexuales. El CEDAW, junto con expertos en derechos humanos de la ONU, han pedido su liberación urgente desde la detención.

En septiembre de 2019, la hermana de Loujain, Lina, instó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a exigir responsabilidades a quienes torturaron a Loujain, entre ellos Saud Alqahtani, antiguo asesor principal de la Corte Real. La propia Loujain -con el apoyo de la sociedad civil, de su familia y de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, los Procedimientos Especiales de la ONU y el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer- ha hablado con valentía sobre sus torturas y malos tratos. Se negó a firmar una declaración redactada por las autoridades saudíes en la que negaba todas las torturas que había sufrido, a cambio de su liberación. Loujain también hizo huelgas de hambre para protestar por las condiciones de su detención tras negársele el acceso regular a su familia. Hasta la fecha, nadie ha rendido cuentas por sus torturas y malos tratos.

Antes de su primera vista, el diputado Jean-Baptiste Moreau, presidente del grupo parlamentario de amistad Francia-Arabia Saudí, y Najwa El Haïté, abogada y concejal de Evry-Courcouronnes, publicaron una tribuna para exigir su liberación definitiva y el levantamiento de su prohibición de viajar.Durante la audiencia del 2 de marzo, la fiscalía apeló a la anulación de su suspensión y al aumento de su condena. Se le preguntó si se arrepentía de sus actos y se le pidió que presentara una disculpa a los jueces. Loujain respondió que no había cometido ningún delito según la legislación local o internacional y que, por tanto, no tiene nada de lo que arrepentirse. Se le preguntó sobre su comunicación con países extranjeros, a lo que Loujain respondió que todas sus comunicaciones con partes extranjeras se basaban en las leyes internacionales saudíes que el Reino ha ratificado.

Entre las partes extranjeras que han sido calificadas en la condena de Loujain como entidades terroristas se encuentran la embajada británica, la ONU, organizaciones internacionales de derechos humanos y periodistas.La petición de anular su suspensión es extremadamente preocupante, ya que significa que Loujain al-Hathlul corre el riesgo de ser encarcelada de nuevo y que los malos tratos que ha sufrido podrían continuar e incluso intensificarse. Hasta la fecha, nadie ha rendido cuentas por su tortura. Su segunda vista se celebrará el 10 de marzo.

ADHRB, Women’s March Global, International Service for Human Rights, MENA Rights Group y el diputado Jean-Baptiste Moreau, presidente del grupo de amistad parlamentaria Francia-Arabia Saudí, reiteran el llamamiento de la comunidad internacional para que sea puesta en libertad de forma permanente, segura e incondicional. También exigimos que los responsables de su tortura y malos tratos rindan cuentas. Por último, exigimos que se levante su prohibición de viajar para que pueda, si lo desea, regresar a Francia.