Perfiles en la persecución: Jasim Mohamed Ebrahim

Jasim Mohamed Ebrahim, de 28 años de edad, fue detenido en noviembre de 2015 por las autoridades de Bahrein por delitos relacionados con actividades terroristas, entre ellos haberse unido supuestamente al grupo terrorista denominado “Brigadas Zulfiqar” , hecho por el cual fue condenado  a cadena perpetua. Tras ser acusado en un juicio masivo, se le revocó la ciudadanía. 

Tras sufrir una detención arbitraria, está cumpliendo cadena perpetua en el Centro de Detención Dry Dock, Bahrein. El 9 de junio de 2020, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria (GTDF) público un informe para la liberación inmediata de Jasim y otros 19 ciudadanos de Bahréin condenados en el juicio masivo por el mismo cargo de presunta participación en las Brigadas Zulfiqar. 

Jasim fue arrestado el 3 de noviembre de 2015 a medianoche por  la policía antidisturbios y por agentes del CID vestidos de paisanos Las autoridades policiales rodearon la casa y un gran número de oficiales entraron en la  vivienda de la familia de Jasim sin una orden judicial. No se presentó ninguna orden de registro y confiscación de las pertenencias de Jasim y se le denegó toda información relativa al motivo de su detención. Además, las autoridades confiscaron dos teléfonos móviles  y un ordenador portátil en esta redada. 

Tras su detención, Jasim fue objeto de una desaparición forzosa de 24 días a manos de la Dirección de Investigaciones Criminales (CID). El 5 de noviembre de 2015, los agentes permitieron que Jasim llamara a su padre durante unos segundos para informarle de su paradero. Después de esta llamada, se le impidió contactar con su familia durante más de veinte días. El interrogatorio terminó el 27 de noviembre de 2015, tras lo cual Jasim fue transferido del CID al Centro de Detención Dry Dock. 

Durante el período en el que fue interrogado, concretamente del 3 al 27 de noviembre de 2015; Jasim fue torturado sistemáticamente por los oficiales del CID, obligándole a firmar una confesión previamente redactada. Los oficiales del CID sometieron a Jasim a una amplia variedad de métodos de tortura severos e inhumanos: golpes en la cabeza, rociado con agua fría y descargas eléctricas. Además, Jasim recibió insultos sectarios y amenazas de violaciones Finalmente, Jasim fue obligado a dar una confesión falsa admitiendo que poseía un arma ilegal, un crimen que nunca  cometió. 

La salud mental y física de Jasim decayó gravemente tras  las torturas a las que fue sometido en el CID. Sufrió lesiones en su rodilla y desarrolló un dolor de espalda crónico. Tuvo que ser trasladado al hospital de Qala durante tres días para recibir tratamiento médico. El 19 de abril de 2018, Jasim fue sometido a una cirugía de espalda en el Complejo Médico Salmaniya. 

El 15 de mayo de 2018, el Cuarto Tribunal Penal Superior de Bahrein dictó sentencia y Jasim fue declarado culpable en el juicio masivo en el cual participaron 138 personas. Jasim, junto con 115 acusados, estaba siendo acusado de cargos relacionados con actividades terroristas y su ciudadanía estaba en proceso de ser revocada . Inicialmente, Jasim solo fue acusado de posesión ilegal de armas de fuego; por lo tanto, el hecho de que se le declarara culpable de alianza con el “grupo zulfiqar” le dejó totalmente conmocionado. Jasim fue sometido a juicios injustos y a violaciones de garantías procesales, como la denegación del derecho de defensa,. En junio de 2018 y julio de 2019, el Tribunal de Casación confirmó el veredicto y la sentencia original de Jasim 

La nacionalidad de Jasim fue restablecida por orden real en abril de 2019. Sin  embargo, aún permanece en prisión, cumpliendo cadena perpetua 

Se presentaron varias quejas acerca del trato inhumano al que fue sometido  Jasim durante su detención. El 2 de marzo de 2016 el Defensor del Pueblo del Ministerio del Interior recibió dicha queja, y posteriormente en mayo de ese mismo año, el Instituto de Derechos Humanos. Sin embargo, ambas oficinas gubernamentales no examinaron ni investigaron esas denuncias. 

El uso de la tortura durante el interrogatorio de Jasim viola tanto la propia legislación de Bahrein como las obligaciones del país en virtud de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT) en el marco del derecho internacional. La detención arbitraria y el juicio injusto al que fue sometido  Jasim también contravinieron el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que Bahrein se adhirió en 2006.